El Sagrado Corazón de Jesús: Un Llamado de Amor y Reparación

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“He aquí aquel Corazón que tanto ha amado a los hombres y que nada ha ahorrado hasta desgastarse y consumarse para testimoniar a ellos su Amor…”

— Palabras de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque (§ 92)

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es uno de los más profundos tesoros espirituales de la Iglesia Católica. Nacida del corazón mismo de Cristo y revelada a una humilde religiosa del siglo XVII en Paray-le-Monial, Francia, esta devoción es un llamado de amor, consuelo y reparación.

¿Quién fue Santa Margarita María de Alacoque?

Religiosa de la Orden de la Visitación, viví una vida de entrega y oración en silencio, hasta que el Señor Jesús, en su infinita misericordia, me confió una misión especial: dar a conocer al mundo su Corazón lleno de amor por los hombres, herido por la ingratitud y el olvido de muchos.

En una serie de visiones sagradas, me reveló Su ardiente deseo de que las almas se acerquen a Él con confianza, amor y reparación. Jesús me mostró Su Corazón rodeado de llamas, coronado de espinas, herido, y con una cruz sobre él: símbolo de su amor crucificado.

Un Llamado a la Reparación

Nuestro Señor, en su ternura, pidió actos de reparación por las ofensas que ha recibido. Dos prácticas especiales surgen de estas revelaciones:

La Comunión Reparadora cada primer viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, acompañada, si es posible, de confesión cercana.

La Hora Santa cada jueves por la tarde, recordando Su agonía en el Huerto de Getsemaní, para acompañarlo en su soledad y sufrimiento.

Las Doce Promesas del Sagrado Corazón

El Corazón de Jesús no se deja ganar en generosidad. A quienes abracen esta devoción, prometió:

• Todas las gracias necesarias para su estado de vida.
• Paz en las familias.
• Consuelo en las penas.
• Refugio seguro en la vida y en la muerte.
• Bendiciones abundantes en sus esfuerzos y trabajos.
• Misericordia para los pecadores.
• Fervor para las almas tibias.
• Perfección para las almas fervorosas.
• Bendición para los hogares donde se honre su imagen.
• Poder a los sacerdotes para tocar los corazones más endurecidos.
• Un lugar eterno en Su Corazón para quienes propaguen esta devoción.
• La gracia de la perseverancia final a quienes comulguen los nueve primeros viernes.

Una Devoción Viva

Hoy, millones de fieles en todo el mundo continúan respondiendo a este llamado de amor. Las imágenes del Sagrado Corazón adornan hogares, iglesias y corazones. Él sigue invitando: “Venid a Mí, todos los que estáis cansados y agobiados, y Yo os aliviaré” (Mt 11,28).