Ataque a la Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza: Dolor, confusión y un urgente llamado a la paz

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Un bombardeo israelí impactó esta mañana la iglesia católica de la Sagrada Familia en Gaza, dejando al menos tres muertos y varios heridos graves, según informaron algunas fuentes médicas locales. La noticia, difundida por la agencia ANSA y otras entidades internacionales, ha generado consternación en el mundo cristiano y entre defensores de los derechos humanos.

Entre los heridos se encuentra el párroco, el padre Gabriel Romanelli, quien fue atendido por una lesión leve en la pierna. El sacerdote recibió primeros auxilios en el hospital Al-Ahli de Gaza y regresó luego a acompañar a su comunidad, que se encuentra profundamente afectada por los hechos.

El Patriarcado Latino de Jerusalén, a través de sus redes sociales, confirmó que hubo daños materiales significativos en la iglesia, en cuyas instalaciones se refugian actualmente unas quinientas personas. No obstante, precisó que por el momento no hay confirmación oficial sobre víctimas mortales, aunque sí reconoce la presencia de heridos.

Israel, según reportes recogidos por ANSA de fuentes cercanas al patriarcado, habría calificado el impacto como un “error de tiro”. Sin embargo, las imágenes de destrucción y los testimonios de la comunidad católica local pintan un panorama de sufrimiento creciente entre los cristianos de Gaza, quienes desde hace meses viven una situación humanitaria al límite.

“La resistencia de los cristianos de Gaza está al límite”

En declaraciones recientes recogidas por Vatican News, el padre Romanelli ha manifestado que la resistencia espiritual y física de los cristianos en Gaza se encuentra “al límite”. La comunidad, históricamente pequeña pero muy unida, ha permanecido fiel en medio de la guerra, sirviendo como signo de esperanza y paz en una región marcada por el dolor.

Reacciones internacionales: “Un acto grave contra un lugar de culto”

Desde Italia, el ministro de Exteriores Antonio Tajani condenó el ataque. En un mensaje publicado en la red social X, declaró: “Los ataques del ejército israelí contra la población civil en Gaza ya no son aceptables. Lo ocurrido hoy es un acto grave contra un lugar de culto cristiano. Es hora de detenerse y buscar la paz”.

Este trágico episodio se suma a una cadena de sufrimientos que vive la Franja de Gaza, donde la violencia y el colapso humanitario avanzan con fuerza. Agencias de la ONU ya han alertado sobre una escasez crítica de combustible y recursos básicos, lo que agrava aún más la situación de miles de civiles atrapados en el conflicto.

Un llamado al mundo

La comunidad internacional, las Iglesias y todos los hombres y mujeres de buena voluntad están llamados a orar y a actuar con urgencia. Gaza sangra, y hoy, el dolor toca también al corazón del cristianismo en Tierra Santa. La voz de los inocentes clama al cielo por justicia y por una paz verdadera, que sólo podrá alcanzarse desde la verdad, la misericordia y el respeto por la dignidad de toda vida humana.