¿Por qué el sábado está dedicado a María?

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Cuando escuchas la expresión "Santa María en sábado", se refiere a una práctica muy hermosa y antigua en la Iglesia Católica: la veneración especial de la Santísima Virgen María los días sábado. Esto es una tradición que data de muchos siglos atrás y que está vinculada a la confianza y devoción hacia María como Madre de Dios y como intercesora de todos los cristianos.

¿Por qué el sábado está dedicado a María?

El sábado es un día de particular amor y devoción a la Virgen porque es un momento de contemplación en la espera de la Resurrección. Según una antigua tradición, mientras los apóstoles y discípulos estaban llenos de miedo y tristeza tras la muerte de Jesús el Viernes Santo, María conservó viva la esperanza y la fe en la promesa de la Resurrección que sucedería el Domingo. Por eso, se dice que María es el faro de esperanza y fe, especialmente en los momentos más oscuros.

Desde la Edad Media, los sábados fueron consagrados como un día especial para honrar a la Virgen María con misas, oraciones y actos de devoción, en agradecimiento por su maternal protección y como muestra de amor hacia ella. Muchas órdenes religiosas, como los benedictinos y los dominicos, ayudaron a extender esta práctica.

¿Qué pasa si cae en una fecha específica, como el 18 de enero?

Cuando un sábado coincide con una fecha concreta, como el 18 de enero, sigue siendo un día dedicado a la Virgen, a menos que en el calendario litúrgico haya una celebración que tenga prioridad, como una solemnidad. Por lo tanto, si no hay un santo u otra fiesta litúrgica específica ese día, los fieles pueden continuar celebrando su amor por María en la forma habitual, como rezando el Santo Rosario o participando en una Misa votiva en honor a la Virgen.

¿Qué puedes hacer para unirte a esta devoción?

• Si quieres vivir la devoción a la Virgen María los sábados, aquí tienes algunas ideas:
• Reza el Santo Rosario en su honor.
• Participa en la Santa Misa y ofrécesela a María.
• Dedica un momento del día para meditar en los misterios de la vida de María y su papel como Madre de Jesús.
• Reza una oración mariana como el "Acordaos" de San Bernardo o la Salve Regina.

Que María Santísima te lleve siempre a Jesús y proteja tu caminar con su manto maternal.