La misión comienza en el corazón”: Mensaje del Papa León XIV al VI Congreso Misionero Guatemalteco

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En el marco del VI Congreso Misionero Guatemalteco (COMGUA VI), celebrado en Zacapa del 14 al 16 de noviembre de 2025, Su Santidad el Papa León XIV dirigió un profundo y esperanzador mensaje a los participantes, recordando que la misión no es solo una tarea, sino una identidad del cristiano: ser enviados por Cristo al mundo.

El Papa comienza su mensaje saludando a los congresistas con afecto y recordando que la palabra “misión” proviene del latín mittere, que significa precisamente eso: ser enviados. Cada bautizado, dice, ha recibido este envío, que no se limita a hacer, sino que nace de ser Iglesia.

Ver, juzgar y actuar: el estilo misionero de Jesús

Inspirado en el camino redentor de Cristo, el Santo Padre propone una espiritualidad basada en tres verbos: ver, juzgar y actuar. Jesús vio el sufrimiento humano (Mt 9,36), juzgó no para condenar sino para comprender desde el amor (Jn 1,14), y actuó entregándose hasta la muerte por nuestra salvación (Flp 2,8).

Así, el Papa anima a todos los misioneros a ver con los ojos del Padre, juzgar con los criterios del Evangelio y actuar con el amor que nace de la cruz.

La misión nace del amor

“La misión no comienza con los pies que caminan, sino con el corazón que se abre”, afirma el Papa León XIV, invitando a los cristianos a salir del egoísmo y del miedo para abrazar a los demás con el rostro misericordioso de Cristo.

Destacó que solo el corazón libre de sí mismo puede convertirse en instrumento del amor de Dios.

Citó también al santo hermano Pedro de San José de Betancur, ejemplo de entrega misionera que recorría las calles haciendo sonar su campana para recordar que “Cristo sigue pasando entre nosotros”. Así también el corazón del misionero debe sonar: vacío de ruido interior, pero lleno del Espíritu.

Múltiples formas de vivir la misión

El Papa reconoce que la misión toma muchas formas: desde la oración silenciosa de Santa Teresita del Niño Jesús, hasta los viajes misioneros de San Francisco Javier. En todos ellos actuó el mismo Espíritu, que da un amor contemplativo y servicial.

La verdadera misión, según el Papa, es prolongación del amor de Cristo. No se trata de hacer cosas, sino de ser presencia de consuelo, esperanza y caridad, irradiando la alegría del Evangelio.

En comunión, guiados por el Espíritu

El mensaje concluye con una invocación a la Virgen María, Reina de las Misiones, y una súplica para que todos escuchen la voz de Cristo:

“Como el Padre me envió, así los envío yo” (Jn 20,21).

Con esa certeza, el Papa impartió su Bendición Apostólica a los misioneros guatemaltecos, animándolos a caminar juntos, en comunión, y a no olvidar que el impulso misionero nace de la oración, se fortalece en el amor fraterno y se concreta en el servicio generoso.