Celebración del Santo Cristo de Esquipulas en Roma: Un Encuentro de Fe y Devoción

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El pasado Segundo Domingo del Tiempo Ordinario, la comunidad guatemalteca residente en Roma vivió una jornada de fe y unión en honor al Santo Cristo de Esquipulas, conocido también como el Cristo Negro. La festividad, que tiene profundas raíces en la religiosidad popular de Guatemala, reunió a fieles y devotos en el corazón de la Iglesia: el Vaticano.

La celebración comenzó con la participación en la Plaza de San Pedro, donde los presentes se unieron en oración junto a peregrinos de todo el mundo para el rezo del Ángelus, guiado por el Papa Francisco. Durante este momento de reflexión y oración mariana, el Santo Padre recordó el llamado de Jesucristo a vivir en la humildad y la fraternidad, valores que se reflejan en la veneración al Santo Cristo de Esquipulas.

Posteriormente, la comunidad se trasladó a la majestuosa Basílica de San Pedro, donde tuvo lugar la Santa Misa en honor al Santo Cristo de Esquipulas, presidida por el Cardenal Fabio Baggio, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. La Eucaristía fue un espacio de recogimiento y alegría, marcado por la música, las plegarias y los símbolos característicos de la tradición guatemalteca.

En su homilía, el Cardenal destacó la profunda devoción que el pueblo guatemalteco tiene hacia el Santo Cristo, resaltando su mensaje de misericordia, reconciliación y unidad. Además, hizo un llamado a seguir caminando como comunidad de fe en la confianza plena en Cristo, quien lleva sobre sus hombros las cargas de su pueblo y ofrece esperanza a todos los que se acercan a Él.

La celebración fue una ocasión especial para estrechar los lazos entre los fieles guatemaltecos que residen lejos de su tierra natal, reafirmando su identidad cultural y religiosa. Al mismo tiempo, fue un testimonio vivo del alcance universal de la fe católica, que trasciende fronteras y une a todos los creyentes bajo el amparo de la cruz.

Al finalizar la Misa, los asistentes participaron en un momento fraternal para compartir su experiencia y renovar su compromiso con los valores que inspira el Santo Cristo de Esquipulas. La festividad dejó en todos los corazones la certeza de que, como dice el Evangelio: “Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20).

Que el Santo Cristo de Esquipulas siga siendo para todos los fieles guatemaltecos y para los católicos de todas las naciones, un faro de fe, amor y reconciliación.