Domingo de la Divina Misericordia marcado por la veneración a la memoria del Papa Francisco

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Este Domingo de la Divina Misericordia, que señala el segundo domingo del tiempo pascual, Roma fue testigo de un día cargado de profundo significado espiritual. En un gesto de fe y gratitud, un grupo de cardenales se reunió en la Basílica Papal de Santa María la Mayor para visitar la tumba del Papa Francisco, recientemente abierta para la veneración de los fieles.

Desde las primeras horas del amanecer, innumerables peregrinos se acercaron a la basílica, muchos de ellos en oración silenciosa, para rendir homenaje al Santo Padre que dedicó su vida a la renovación espiritual de la Iglesia y a promover la misericordia como centro de su pontificado. Sus enseñanzas y su testimonio de vida sencilla y cercana siguen encendiendo la esperanza en los corazones de los creyentes.

La jornada alcanzó su culmen espiritual con la celebración solemne de las Segundas Vísperas, presididas por el Cardenal Rolandas Makrickas, canónigo coadjutor de la basílica. La emotiva liturgia reunió a decenas de cardenales y a miles de fieles que, en un ambiente de recogimiento y fe viva, elevaron oraciones por la Iglesia universal y recordaron con cariño el testimonio de humildad y servicio del Papa Francisco.

Según informaron las autoridades eclesiásticas, a lo largo del día cerca de veinte mil personas visitaron la tumba. Este número, signo elocuente del amor y la gratitud que el Papa sigue suscitando, refleja cómo su legado permanece vivo en el corazón del Pueblo de Dios.