Preocupante auge de abortos en EE.UU. en 2024: la industria se reconfigura en torno al acceso químico y remoto

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Un nuevo informe del Instituto Guttmacher, conocido por sus estudios sobre tendencias reproductivas en los Estados Unidos, revela un dato alarmante: el número total de abortos en el país aumentó en 2024, superando el millón de procedimientos realizados, a pesar de una leve disminución en los viajes interestatales para obtener estos servicios.

El informe pone de relieve una transformación estratégica dentro de la industria del aborto. Ya no se depende en primer lugar de las clínicas físicas; en su lugar, el envío de píldoras abortivas —principalmente mifepristona y misoprostol— a través de fronteras estatales ha emergido como la vía dominante. Estas prácticas, que a menudo sortean barreras legales, están provocando un acceso casi irrestricto al aborto químico, incluso en estados con leyes restrictivas o prohibiciones totales.

De acuerdo con los datos analizados por Guttmacher, más de un millón de abortos se realizaron en estados sin prohibiciones totales, lo que representa un aumento marginal respecto al año anterior. El número de personas que viajaron fuera de su estado de residencia para abortar fue de aproximadamente 155,000, un 9% menos que en 2023. Este descenso no refleja necesariamente un mayor acceso en estados con restricciones, sino más bien el crecimiento de los abortos a domicilio facilitados por correo.

Illinois, Carolina del Norte, Kansas y Nuevo México continúan siendo destinos clave para quienes buscan abortar fuera de su estado. Sin embargo, el informe subraya el impacto creciente del acceso remoto. En estados como Virginia —donde no existe un período de espera obligatorio— se ha registrado un aumento en las solicitudes de aborto. Este fenómeno no se debe tanto a la demanda interna, sino a la reciente entrada en vigor de la prohibición del aborto después de seis semanas en Florida, en mayo de 2024.

La facilidad para adquirir píldoras abortivas en línea ha modificado profundamente el rostro del aborto en Estados Unidos. Mientras 13 estados mantienen prohibiciones generales, la distribución por correo ha hecho que muchas de estas leyes se vuelvan ineficaces en la práctica. La industria del aborto ha respondido con la promoción de «estados santuario» y la rápida apertura de centros dedicados casi exclusivamente al aborto químico. De hecho, el 64% de los nuevos proveedores que abrieron en el último año dispensan únicamente píldoras abortivas.

Este cambio se ha producido en medio de crecientes advertencias sobre la seguridad de estas prácticas. Un estudio de 2021, publicado en Health Services Research and Managerial Epidemiology, reveló que las visitas a urgencias tras abortos químicos aumentaron más de un 500% entre 2002 y 2015. No obstante, muchos efectos adversos quedan sin registrar, dado que desde 2016 la FDA sólo exige la notificación de muertes maternas, omitiendo complicaciones menos letales pero potencialmente graves.

Grupos provida como Operación Rescate señalan que, aunque ha habido una pérdida neta de 36 instalaciones físicas de aborto en 2022, este retroceso ha sido neutralizado por la expansión no regulada del aborto químico. Abogan por una regulación nacional más estricta, especialmente frente a la creciente popularidad del correo como medio de distribución de medicamentos abortivos.

A nivel político, la respuesta sigue siendo fragmentada. Aunque el expresidente Donald Trump cuenta con el respaldo de muchos grupos provida por su historial, recientemente declaró que no aplicaría una ley federal que impida el envío de píldoras abortivas por correo. Por su parte, su secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., ha sugerido una revisión científica de la seguridad de estas píldoras, lo que podría abrir la puerta a futuras medidas regulatorias.